Shakespeare & Co.

El sonido del agua penetraba sigiloso por la ventana aquella noche de verano en la que Whitman despertó desasosegado de un sueño intermitente que no le dejaba descansar. Acompañado por la luz blanca de la luna que brillaba por encima de la majestuosa Notre Dame, fiel compañera nocturna en los incontables desvelos de quienes habitaban en aquel lugar mágico, Whitman abandonó su viejo colchón y avanzó algunos pasos, lento caminar de anciano, hacia la habitación en la que cada domingo por la tarde reunía a gente de todo el mundo y les invitaba a una taza de té, mientras conversaban en un ambiente bohemio y literario rodeado de volúmenes polvorientos y fotografías en blanco y negro colgando de unas paredes descascarilladas. Atravesó la cocina y la sala ahora sólo ocupada por uno de los inquilinos anónimos que dormía plácidamente enfundado en su saco de dormir rojo, sobre un sofá que horas más tarde serviría de estantería para nuevos libros. Cruzó la puerta que daba al rellano y se asomó a la ventana a contemplar la noche parisina. Una joven pareja paseaba a orillas del Sena cogidos de la manos hacia lo que seguramente sería el broche de oro a una velada de amor. Whitman recordó su juventud y reconoció sus pasos en los de aquel joven ardiente de deseos que sentía como se acercaba el momento de la desnudez. Y mientras contemplaba el reflejo de la luna sobre las aguas calmadas del río escuchó un sonido a su espalda. Pensó en su gato negro, pero se equivocaba. Al girarse comprobó que, sentado en las escaleras, con su Moleskine sobre las rodillas, un joven de apariencia latina le sonreía mientras sostenía su estilográfica en la mano derecha. "Esta vista me inspira"- dijo. George Whitman sonrió, se acercó hasta el joven y le dijo: "Pequeño ángel, que nadie se atreva nunca a tratar de apagar la luz que emerge pura de tu alma". Después de pronunciar estas palabras, pasó su arrugada mano entre los rizos oscuros de aquel joven plagado de sueños, y se retiró de nuevo a su alcoba, en un rincón de aquella pequeña biblioteca de Alejandría parisina.

Y es que Sucede Que Hoy regresé al universo Shakespeare&Co...

10 comentarios :

Anónimo | 01:21

Deberías escribir guiones...

Pablo Martín Lozano | 01:25

Hola "Testigo", gracias.
Vaya comentario, jeje. Escueto, pero directo.

No suena mal tu propuesta. Sería unir dos mundos que me encantan: el literario y el cinematográfico.

Un abrazo.

Lunettas | 02:28

Yo tambien lo creo... y nunca esta demás intentar.

La capacidad indudablemente está y el apoyo por parte de todos los que te queremos tambien...

Que mas puedes necesitar ??? :D

Besos
Lu*_~

Pablo Martín Lozano | 10:20

Hola Lunettas!
Muchas gracias por el apoyo. Yo no suelo desperdiciar ocasiones y menos "profesionales", así que estoy abierto a todo.

Un beso!

PD: Si algún día visitas París, no olvides pasarte por la librería de la hablo, Shakespeare&Co. porque es un lugar mágico del que no querrás salir.

Anónimo | 14:19

Hola Pablo,
Te felicito por el premio que os han dado y por la sencillez de tus palabras. Lo sencillo es lo más grande y la claridad será siempre tu amuleto. Sólo puede escribir así quien ha amado. Y sólo saben de amor los que han perdido. Te deseo mucha suerte en tu carrera, aunque no la necesitas, pues ya te acompaña ...

Pablo Martín Lozano | 15:50

Hola "Mona", muchas gracias por tu comentario. Es muy bonito y a la vez muy certero.
Me ha encantado lo de "ólo puede escribir así quien ha amado. Y sólo saben de amor los que han perdido", es una gran verdad. Gracias por la suerte que me deseas, pues nunca viene mal, aunque no debamos dejarlo todo en sus manos.

Me intriga saber quién eres, ¿nos conocemos?

Un beso y gracias de nuevo por tus palabras.

Anónimo | 00:53

Hola Pablo, ya veo que la eperiencia de París ha sido muy positiva. Cómome gustaría conocer esa librería y a su dueño. Oler a libros viejos, ver toda la creación de tantos y tantos escritores. recorrer con los ojos y los sentidos las miles de historias diferentes que cada uno esconde. Un lugar bello para perderse, al menos para mí. recuerda un poco al cementerio de los libros de la Sombra del viento de Ruiz Zafón. Otra experiencia que me gustaría haber vivido en persona es ese arco iris sobre París, cuando decidas trasladarte allí a vivir nos lo cuentas, a lo mejor alguno te acompañamos, para perdernos por Montmartre y a orillas del Sena. A ver a quién le vas a regalar ese arco iris ? Pero acuérdate no busques la excesiva perfección, que creo que eso te pierde. la perfección tiene muchas formas y no tienen porqué coincidir con los cánones estéticos ni con otros de modao impuestos. Un ángel tiene muchas caras, a lo mejor el que en un futuro te acompaña se aleja de ese modelo ideal que a veces nos pervierte y no nos deja observar lo que tenemos a nuestro alrededor o a nuestro alcance. Recuerda la perfección es limitante y axfisiante.
Me dijistes que te habías comprado un libro de Ángela Becerra, cuál? Yo me he leído los dos y ahora acabo de terminar "Travesuras de niña mala", muy bueno, tierno,divertido y a la vez cruel.En fin, Mario Vargas Llosa, bueno, bueno.Ahora voy a continuar con Mendoza, me encanta su obra y el escritor.

Bueno, a ver si aparecen ángeles terrenales, bellos por dentro que te permitan pasar tus momentos en compañía deseada y compartida. Yo estoy en ello. A ver si hay suerte.

Un abrazo, colega de letras.

Pablo Martín Lozano | 01:03

Hola Miguel y gracias.

Por lo poco que puedo conocerte a través de tus comentarios sé que la librería Shakespeare&Co. sería un lugar que te encantaría y del que no quisieras salir al menos durante unas cuantas horas. Es mágico, sencillamente mágico.
En youtube puedes ver algunos vídeos que muestran su interior, y también hay un documental que hicieron, aunque en inglés, se titula "Portrait of an Artist, as an Old Man", lo vi ayer mismo.
Efectivamente, recuerda al cementerio de Ruiz Zafón, su imagen me vino a la mente nada más entrar.

En cuanto a la perfección es cierto, para qué mentir, me pierde. Pero no la perfección física. No es únicamente esos cánones de los que hablas. Es la totalidad, lo completo, el círculo. Lo imposible, vaya, jeje. Pero no es nada obsesivo, tranquilo. Conozco los límites de lo humano y terrenal.

El libro de Ángela Becerra que me compré fue "De los amores negados", pero aún no he tenido ocasión de empezarlo.
Pasado mañana viajo a San Sebastián hasta el domingo, a otro festival publicitario. Esta vez solo. Me apetecía viajar solo y esta era una buena oportunidad. Me lo llevaré para leerlo. Creo que también será una buena ocasión para hacerlo.

Ya te diré.

Un abrazo y suerte en el "asunto amoroso" que te traes entre manos.

Anónimo | 01:17

Hola Pablo, de nuevo, miraré los vídeos y me infomaré de la librería. Un lugar muy opuesto San sebastián al lugar de los hechos de "Amores negados", ambientes sureños, caribeños, pero con algo en común, la fuerza del viento. No te pierdas "El peine de los vientos" y donde rompen las olas en el famoso paseo de la ciudad. A lo mejor no estás tan sólo, una hermosa sirena emerge de la hermosa isla central que se ve desde la playa de la Concha. Yo en mis amores estoy, estoy y en ello estoy, ja, ja. A ver si hay suerte.
Un abrazo y ya me contarás de San Sebastián

Pablo Martín Lozano | 01:21

Te contaré al regreso. Ya ves que París ha dado para varios posts (y más que saldrán), espero que con San Sebastián ocurra algo parecido. Me acordaré de esos lugares.

Un abrazo y enhorabuena.