Recorriendo Tu Piel

Por delante de mí tus piernas infinitas, tu cuerpo a medio vestir, tu piel a medio lucir. Allá lejos, tan lejos como el país que te separa, tu cabeza ladeada esconde una sonrisa ahogada en parte en la almohada arrugada. El pelo revuelto oculta tu mirada perdida en la nada con los ojos entornados y bailando en espiral. En tu cara brilla el rojo ardiente de una pasión de entrañas; la humedad de las sábanas confirma que la escena es censurada. En tus labios se amontonan los besos que quedan por regalarnos y el carmín corrido se destapa como prueba del delito. El pecado más sagrado, de todos los vicios el más sano. Y mientras te remueves contenida sobre el colchón ahora ya desnudo -las sábanas cubren el suelo de blanco-, en tu cuello se trazan líneas tensionadas de vena, arteria y músculo. Por su precipicio todavía ruedan moribundos los restos de los besos que en silencio te he asestado estocándote en la yugular en celo. Y siguiendo el recorrido de tu cuerpo desciendo hasta el paisaje montañoso de tu pecho semicubierto con telas intrusas. Luego acaricio el camino hasta tu ombligo y acampo en él con mis sienes descansando en su danza acompasada con la respiración agitada. Y de pronto termina el viaje y mi reposo dormido sobre tu vientre se convierte en la última imagen. Por delante de mí tus piernas infinitas, tu cuerpo a medio vestir, tu piel a medio lucir, que ahora se desvanece al tiempo que mis párpados se empiezan a abrir. Bonito recorrerte aunque existieras sólo en mí.

Y es que Sucede Que Hoy te recorrí en mis sueños...

4 comentarios :

MJ Grau | 22:34

La almohada guarda tantos sueños y secretos que si le preguntaran escribiría nuestra verdadera historia. Sí, "la vida es sueño" y que bonito es dormirla: para algún corazón roto es la esperanza de nuestra existencia.
Para los afortunados, la reafirmación de su dicha, y para los escurridizos del sentimiento la búsqueda del camino.

Enhorabuena por el post.
Mª José

Pablo Martín Lozano | 22:39

La almohada puede ser nuestro mejor psicólogo y sin necesidad de palabras. Escucha, recoge las lágrimas y los sueños, las ilusiones o las penas. Y enmudece.

Bonito comentario. Gracias!

Besos.

Anónimo | 00:49

No creas que abandone tus relatos...sigues teniendo tanto poder para hacerme "despegar".


Gise.

Pablo Martín Lozano | 00:56

Hola Gise! Qué alegría volver a verte por aquí. Me alegro de que mis palabras sigan siendo tu pista de despegue. Muchas gracias por el comentario!

Besos!