Cayó y Calló Para Siempre

Pocas son las ocasiones en que la muerte de un ser humano causa alegría, pero igualmente pocas son las ocasiones en que el mismísimo lucifer se disfraza de ser humano.
Hoy, igual que ayer, toca alegrarse. Un resonador aplauso fue lo primero que escuché (¿serían mis manos?) al saber la noticia de que otro dictador -esperando que esa palabra caiga en el olvido por desuso- cayó y calló para siempre.

Que no ha pagado su deuda con la justicia, que no ha sufrido todo lo que debiera, que merecía un recuerdo por cada víctima a sus espaldas...Ahora ya no importa. Todo es cierto y justificable, pero ya se encargará la enciclopedia de escribir con su propia sangre la entrada bajo el nombre de Augusto Pinochet.

Nada mejor para demostrar la alegría que sentimos todos los amantes de la democracia y la libertad que una viñeta de estos últimos días.
Es de JR Mora y la rescato vía porsilasmoscas.



Y es que Sucede Que Hoy, como ayer y mañana, hay gente que sobra...

0 comentarios :